Por Miryan Moreno, APETUR, Paraguay
En el auditorio de la Gobernación de Itapúa, sur del Paraguay, se vivió una mañana de reconocimiento y orgullo regional: la administración departamental, con el acompañamiento del Grupo JICA , entregó resoluciones y distinciones a los productos, saberes y representaciones culturales declaradas Tesoros de Itapúa. El acto —organizado por la Secretaría Departamental de Turismo, a cargo de Verónica Stefani— contó con la presencia de autoridades provinciales y nacionales que subrayaron el valor identitario y el potencial turístico de estas manifestaciones.

La iniciativa forma parte del proyecto Tesoros Añua, impulsado por la Gobernación con apoyo de organismos internacionales y colectivos locales, cuyo objetivo es poner en valor recursos culturales, productivos y patrimoniales para integrarlos a circuitos turísticos sostenibles y cadenas de comercialización. En la jornada se destacaron, en forma pública, cinco de esos tesoros que representan la riqueza viva del departamento.

Los Tesoros reconocidos y su importancia:
Chipa: Más que un alimento, la chipa es emblema gastronómico de la región: oficio, tradición familiar y economía local se entrelazan en hornos y hornillos que mantienen viva la receta. Su impulso turístico permite talleres, rutas de la chipa y experiencias vivenciales para visitantes.
Arroz: Itapúa es uno de los polos arroceros del país; el reconocimiento pretende visibilizar las cadenas productivas, la tecnología local y las familias productoras que sostienen la agroindustria regional. El sello de “tesoro” busca además abrir mercados y espacios de promoción.

Legado Jesuítico / Misiones Jesuíticas: Las reducciones y vestigios jesuíticos son patrimonio vivo y atractivo cultural de primer orden, con potencial para rutas patrimoniales que conectan historia, arqueología y comunidad guaraní. Este tesoro articula identidad, memoria y turismo cultural.
Yerba mate: Producto ritual y económico, la yerba da cuenta de prácticas ancestrales, producción agroindustrial y un modo de sociabilidad muy paraguayo; su inclusión como tesoro promueve experiencias desde la cosecha hasta la ronda del mate.
Miel (apicultura): La producción de miel y los saberes apícolas locales fueron destacados por su aporte a la biodiversidad, la economía rural y la alimentación, y por su encaje natural en ofertas de turismo agroecológico y de naturaleza.

Durante el acto, las autoridades enfatizaron que estos reconocimientos no son meros símbolos: se traducirán en acciones concretas —formación, fortalecimiento asociativo, promoción en ferias y apoyo a la comercialización— para que las comunidades receptoras se beneficien directamente. La Secretaría de Turismo, bajo la conducción de Verónica Stefani, será el hilo articulador entre productores, municipios y organismos nacionales e internacionales para ejecutar esas medidas.
El apoyo del JICA y otras organizaciones locales fue destacado como ejemplo de colaboración público–privada en favor del desarrollo territorial: sumando recursos y experiencia se busca que las marcas territoriales no solo embellezcan la identidad de Itapúa, sino que también generen empleo, turismo de calidad y cadenas de valor más equitativas.
Cerró la ceremonia una muestra gastronómica y expositiva donde productores y colectividades presentaron sus productos y saberes, permitiendo a los asistentes una lectura directa del patrimonio reconocido: sabores, oficios y memoria material que hoy se incorporan formalmente al mapa cultural y turístico del departamento.

