Armando de la Garza/FIPETUR
Argentina.- La chicha, una de las bebidas más antiguas del continente americano, ha encontrado un arraigo especial en diversas regiones del norte de Argentina. Más que una simple bebida, es un símbolo de identidad y un legado de las culturas ancestrales andinas, cuya tradición se mantiene viva en provincias como Salta y Jujuy.

Elaborada a partir de la fermentación del maíz, la chicha es parte fundamental de rituales, fiestas y celebraciones comunitarias. Su preparación es un arte que se ha transmitido de generación en generación, y cada familia o comunidad tiene su propia receta, lo que da como resultado una bebida con una gran variedad de sabores y grados de fermentación.

Un puente entre el pasado y el presente
Aunque existen múltiples versiones en toda América Latina, la chicha argentina se destaca por su vínculo con las festividades locales. Se consume especialmente durante el carnaval, la Pachamama (Madre Tierra) y otras celebraciones ancestrales, donde su presencia simboliza la unión con la tierra y la comunidad.
La chicha, con su sabor característico y su profundo significado cultural, es un testimonio vivo de la historia de Argentina, un puente que conecta el pasado indígena con el presente y que sigue deleitando a quienes buscan una experiencia auténtica y llena de tradición.