Armando de la Garza/Festuris

CANELA, BRASIL – A la sombra de su vecina más famosa, Gramado, la encantadora ciudad de Canela emerge como un destino imprescindible en la Sierra Gaúcha. Con una mezcla única de belleza natural, arquitectura europea y una atmósfera tranquila, Canela se consolida como una alternativa perfecta para quienes buscan una experiencia auténtica y memorable en el sur de Brasil.
Ubicada a solo 7 kilómetros de Gramado, Canela ofrece un paisaje de ensueño marcado por densos bosques de araucarias, cañones imponentes y cascadas espectaculares. El Parque Estatal del Caracol, hogar de la majestuosa Cascada del Caracol de 131 metros de altura, es el corazón de la ciudad y uno de sus principales atractivos. Los visitantes pueden admirar su belleza desde el mirador principal o descender por una escalera de 730 escalones para una vista más cercana e impactante.
Además de su impresionante naturaleza, Canela cautiva con su arquitectura. La icónica Catedral de Piedra, o Parroquia Nuestra Señora de Lourdes, es una obra maestra de estilo gótico inglés que domina el paisaje urbano. Su torre de 65 metros de altura se ha convertido en el símbolo de la ciudad, atrayendo a miles de turistas y fieles cada año.
La gastronomía es otro de los puntos fuertes de Canela. Influenciada por la colonización alemana e italiana, la ciudad ofrece una deliciosa variedad de platos, desde los tradicionales cafés coloniales con sus pasteles y panes caseros, hasta fondues de queso y chocolate que invitan a compartir y disfrutar en compañía.
Canela no solo brilla en la temporada alta de invierno, cuando el frío y la niebla le dan un toque aún más romántico, sino también en primavera y verano, cuando sus parques y jardines se visten de color. El Jardín de las Rosas es un paraíso floral que invita a pasear y relajarse, mientras que el Parque de la Cascata, con sus senderos y áreas de picnic, es ideal para disfrutar de un día al aire libre.
“Canela tiene una magia especial”, afirma un turista que la visita por primera vez. “Es tranquila, pero llena de vida. Y la gente es increíblemente hospitalaria. Es el lugar perfecto para desconectar y conectar con la naturaleza”.
Con una oferta cada vez más amplia de hoteles boutique, posadas acogedoras y restaurantes de alta calidad, Canela se está posicionando como un destino turístico por derecho propio. Su combinación de encanto, belleza natural y tranquilidad la convierte en una opción irresistible para los viajeros que desean explorar lo mejor de la Sierra Gaúcha.

