Armando de la Garza/FIPETUR
MÁLAGA, España – La ciudad de Málaga, joya de la Costa del Sol, continúa consolidándose como uno de los destinos turísticos más atractivos de España y Europa. Su éxito no se limita únicamente al tradicional turismo de sol y playa, sino que se ha diversificado y enriquecido con una potente oferta cultural, gastronómica y de ocio que atrae a un perfil de viajero cada vez más exigente.

El primer cuatrimestre del año ha sido un claro reflejo del dinamismo del sector en la capital malagueña. La ciudad ha superado el millón de pernoctaciones hoteleras, una cifra que demuestra la resiliencia y el atractivo del destino. Aunque se ha observado un ligero descenso en el turismo nacional, el crecimiento constante de los visitantes internacionales, en particular de mercados clave como el Reino Unido, Estados Unidos y Francia, ha compensado con creces esta tendencia.

La clave del éxito de Málaga reside en su capacidad para ofrecer una experiencia completa y variada. La #cultura es, sin duda, uno de sus pilares fundamentales. La ciudad, cuna de Pablo Picasso, cuenta con una impresionante red de museos, entre los que destacan el Museo Picasso, el Centre Pompidou y el Museo Carmen Thyssen. Estos espacios de arte, junto a su rica historia visible en la Alcazaba, el Teatro Romano y el Castillo de Gibralfaro, convierten a Málaga en un referente cultural de primer orden.

Además de su legado histórico, Málaga ha sabido modernizarse y apostar por la innovación. El barrio del Soho, con su vibrante arte urbano y su atmósfera bohemia, es un claro ejemplo de esta transformación. Asimismo, la ciudad ha reforzado su promoción internacional, participando en ferias turísticas globales y estrechando lazos con otros destinos de relevancia, como la reciente alianza con el estado de Quintana Roo en México para el intercambio de buenas prácticas en materia de sostenibilidad y gestión turística.
La oferta gastronómica es otro de los grandes atractivos de Málaga. Los visitantes no pueden dejar de probar los tradicionales espetos de sardinas en los chiringuitos de la playa de Pedregalejo o perderse en la efervescencia del Mercado de Atarazanas. La combinación de productos frescos del mar y la tierra, junto a una creciente oferta de alta cocina, satisface a todos los paladares.
A pesar del éxito, el sector turístico malagueño enfrenta retos. La necesidad de mejorar la conectividad, especialmente en lo que respecta a la movilidad dentro y fuera de la ciudad, y la gestión de recursos hídricos en un contexto de cambio climático son prioridades que se abordan en el Plan Estratégico de Turismo de Málaga 2025-2028.
En definitiva, Málaga se presenta como un destino maduro y en constante evolución, que ha sabido reinventarse para ofrecer una experiencia turística que va mucho más allá del sol y la playa, posicionándose como una de las ciudades más dinámicas y completas del sur de Europa.

